El VIH "SIDA"
- ¿Qué es el virus VIH y el SIDA?
VIH (virus de inmunodeficiencia humana) es el virus que produce la enfermedad del SIDA. Este virus pasa de una persona a otra a través del contacto de sangre con sangre (transfusiones sanguíneas, agujas infectadas con VIH y contacto sexual). Además, una mujer embarazada infectada puede contagiar a su bebé con el virus VIH durante el embarazo, el parto, o en el amamantamiento.
El SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) se adquiere cuando la infección VIH debilita el sistema inmune del individuo de tal modo que le resulta difícil luchar contra ciertas enfermedades e infecciones. También se presentan infecciones "oportunistas" que aprovechan la oportunidad que les brinda el sistema inmune debilitado y producen enfermedad.
- ¿Cómo sé si tengo VIH/SIDA?
Los problemas dentales como encías sangrantes, lesiones por herpes bucales, e infecciones micóticas se encuentran entre los primeros signos del SIDA. No obstante, usted no debe suponer que padece la infección por tener cualquiera de esos síntomas porque éstas también se presentan en personas que no padecen la enfermedad. El único modo de determinar si usted está infectado es someterse a un análisis de detección de VIH. Consulte a su médico o a otro profesional de la salud.
Un resultado positivo del VIH no significa que usted tenga SIDA. El SIDA es un diagnóstico médico realizado por un doctor que se basa en criterios específicos. Tampoco se puede confiar en los síntomas para saber si uno está infectado con VIH. Un gran número de personas infectadas con VIH no presentan síntomas durante varios años.
Los siguientes pueden ser signos de alarma de infección con VIH:
Pérdida rápida de peso
Tos seca
Fiebre recurrente o sudoraciones nocturnas intensas
Fatiga pronunciada
Inflamación de ganglios linfáticos en axilas, ingle o cuello
Diarreas persistentes por más de una semana
Lunares blancos o manchas inusuales en lengua, boca o garganta
Neumonía
Manchas rojas, marrones, rosadas o moradas sobre o debajo de la piel, dentro de la boca, nariz o párpados
Pérdida de memoria, depresión u otros trastornos neurológicos
- ¿Puedo contraer VIH en el consultorio del odontólogo?
Debido a la naturaleza del tratamiento dental, las personas temen contraer VIH. Hay precauciones universales que se utilizan entre un paciente y otro para prevenir la transmisión del virus VIH y de otras enfermedades infecciosas.
Estas precauciones exigen que los odontólogos, higienistas y asistentes de consultorio usen guantes, máscaras, protección ocular, y medios de barrera de las infecciones (cubiertas desechables de plástico); también, deben esterilizar todo los instrumentos manuales (tornos) y demás instrumental dental para cada paciente, utilizando procedimientos de esterilización específicos estipulados por los Centros de control de enfermedades. Los instrumentos que no son esterilizables se desechan arrojándolos a contenedores especiales. Después de la visita de cada paciente, el odontólogo debe desechar los guantes, lavarse las manos y colocarse un nuevo par de guantes para el próximo paciente, así como cambiar sus medios de barrera.
Si estos temas lo inquietan y siente temores, no dude en preguntar a su odontólogo todo lo que desee sobre salud y medidas de seguridad.
¿Cómo se trata el VIH/SIDA?
En la actualidad, hay tratamientos médicos que reducen la velocidad a la cual el virus VIH debilita el sistema inmune. Existen otros tratamientos que previenen o tratan algunas de las enfermedades relacionadas con el SIDA. Al igual que con otras enfermedades, la detección temprana proporciona mayores opciones de tratamiento.
- ¿Qué tratamientos existen para el VIH y el SIDA?
Existen diferentes tipos de fármacos para tratar la infección por el VIH. Esos medicamentos atacan diversos aspectos del proceso que utiliza el virus para reproducirse. Como el VIH muta rápidamente y se vuelve resistente a todos los medicamentos administrados en forma aislada, los pacientes deben tomar una combinación de fármacos para lograr la máxima supresión del VIH.
La terapia de combinación contra el VIH es conocida como terapia antirretrovírica o ART. La ART cambia el curso natural de la infección por el VIH y prolonga significativamente el periodo entre la infección inicial y el desarrollo de síntomas. Para alcanzar estos resultados es importante empezar el tratamiento antes de que se manifiesten los síntomas del SIDA, pero aquél también tiene beneficios importantes y duraderos para la salud de los pacientes que lo comienzan después del diagnóstico de SIDA. Aunque es eficaz para retrasar la progresión de la enfermedad relacionada con el VIH, la ART no es una cura.
Además de los tratamientos para la infección por el VIH en sí, existen terapias para prevenir y/o tratar muchas de las infecciones oportunistas relacionadas con el VIH.
- Si el resultado de la prueba es VIH-positivo, ¿significa que voy a enfermar pronto?
Los que obtienen un resultado positivo en la prueba del VIH deberían acudir inmediatamente a un médico con experiencia en el SIDA para someterse a exámenes de seguimiento y consulta médica. Si la prueba ha resultado positiva, deben derivarlo/a inmediatamente a un médico. Si no es así, pida que lo hagan. Por lo general el médico le pedirá una segunda prueba para confirmar el diagnóstico positivo.
El médico le extraerá más sangre para efectuar otras pruebas con el objeto de evaluar el estado del sistema inmunitario. Esos análisis consisten en un recuento de los linfocitos CD4 y una medición de la carga vírica. El recuento de los linfocitos CD4 nos indica cuántas células del sistema inmunitario están circulando en el torrente sanguíneo. Cuando el recuento disminuye, significa que algo ha dañado nuestro sistema inmunitario.
La prueba de la carga vírica mide la cantidad de VIH presente en la sangre. Muchos virus en la sangre indican que el VIH está reproduciéndose activamente e infectando y matando nuevas células. Cuanto más VIH hay en la sangre, más rápido avanzará la enfermedad.
Aunque los fármacos para combatir el VIH son muy eficaces, también pueden tener efectos secundarios. A medida que los médicos y enfermeros han ido adquiriendo experiencia en tratar las enfermedades relacionadas con el VIH, han empezado a reconocer que es posible que los fármacos sean más eficaces si se usan un poco más adelante en el curso de la infección de lo que se pensaba en un principio. Por medio de análisis de sangre periódicos y vigilando si su organismo empieza a acusar los efectos de la infección, su médico podrá aconsejarle cuándo es el momento de comenzar el tratamiento.
- Si soy VIH-positivo/a y el médico me prescribe medicamentos, ¿puedo empezar el tratamiento contra el VIH despacio, digamos, tomando una sola pastilla cada vez?
Como el VIH muta constantemente, se vuelve resistente con rapidez a un único fármaco. Cuando se desarrolla resistencia, los fármacos no son tan eficaces y el virus empieza a recuperarse. Para impedir o disminuir el desarrollo de esa resistencia, el médico le prescribirá por los menos tres medicamentos diferentes contra el VIH. Al atacar al virus desde distintos ángulos, la terapia de combinación logra un efecto máximo y reduce las probabilidades de que se desarrolle farmacorresistencia.
¿No es complicado tomar tres medicamentos a la vez?
La terapia de combinación contra el VIH no es sencilla. Las personas seropositivas que siguen esa terapia tienen que tomar varios fármacos por lo menos dos veces al día. En función de nuestro tratamiento, quizá tengamos algunas restricciones alimentarias (como la necesidad de tomar los medicamentos con la comida) y que conservar refrigerados uno o más de uno de los fármacos indicados.
Para las personas VIH-positivas, es esencial tomar los medicamentos exactamente como los ha prescrito el médico. Si nos saltamos una dosis, no los tomamos a tiempo o variamos de alguna otra manera el tratamiento, los fármacos no serán tan eficaces como deberían y se desarrollará resistencia más rápidamente.
- Si soy VIH-positivo/a, ¿cómo puedo estar seguro/a de poder tomar la medicación según la prescripción?
Tomar la medicación según la prescripción por lo general se conoce como “observancia del tratamiento”. Los estudios demuestran que la mayoría de las personas no observa bien la terapia, independientemente de su estado clínico, nivel de educación o ingresos anuales. Como la observancia del tratamiento tiene una importancia fundamental en el caso del VIH/SIDA, se debe tener especial cuidado para asegurarse de que los medicamentos se toman tal como se han prescrito.
Cuando a las personas VIH-positivas se les prescribe un tratamiento médico de combinación, es buena idea elaborar un plan personal de observancia del mismo. La naturaleza de este plan dependerá de las pautas del tratamiento personal y de la dinámica de la vida personal. Para algunas personas, establecer un calendario diario es una forma útil de integrar el tratamiento en su rutina cotidiana. Para otros, es aconsejable usar un planificador diario o semanal para seguir el tratamiento. Algunas personas usan un aparato emisor de un señal sonoro o un despertador para acordarse de tomar una dosis, mientras que otros confían en los amigos, familiares o compañeros de vivienda para que se lo recuerden. Antes de abandonar la consulta del médico con sus nuevas pautas de administración, es recomendable discutir el plan de observancia del tratamiento con un médico, enfermero o asesor.
Desarrollar un plan de observancia del tratamiento exige que examinemos honestamente nuestra vida e identifiquemos las cosas que podrían interferir en nuestra capacidad de tomar los medicamentos en el momento adecuado. Si tendemos a despistarnos cuando bebemos alcohol por la noche, por ejemplo, sería sensato evitar situaciones en las cuales tengamos probabilidades de beber en exceso. Si nos resulta difícil mantener un horario porque nuestra vida es a veces caótica, sería útil tratar de establecer una cierta rutina, como comer a determinadas horas; así tenemos más probabilidades de acordarnos de tomar los medicamentos.
Sobre todo, es importante que las personas seropositivas recuerden que no son las únicas que se enfrentan a estos problemas. Hay muchas otras personas que viven con el VIH en la misma situación. Reunirnos con ellas para compartir nuestras experiencias y aprender de las suyas (en relación con la observancia del tratamiento y muchas otras cuestiones) puede ser una manera muy saludable de afrontar la infección por el VIH y aprender nuevas estrategias para cuidar nuestra salud.
- Tengo entendido que tener el VIH puede hacerme proclive a contraer otras infecciones. Si soy VIH-positivo/a, ¿cómo puedo protegerme de ellas?
Cuando el virus ha dañado seriamente nuestro sistema inmunitario, las personas VIH-positivas somos más proclives a las infecciones. Para la mayoría, la terapia de combinación del VIH fortalece de manera significativa el sistema inmunitario y reduce la propensión a las infecciones oportunistas. Si es seropositivo/a, debería visitar con regularidad un médico capacitado para tratar el SIDA, de modo que pueda vigilar su sistema inmunitario de manera continua. La vigilancia sistemática del sistema inmunitario permitirá que su médico pueda prescribirle tratamientos para prevenir algunas de las infecciones oportunistas que pueden atacar a las personas que viven con el VIH/SIDA.
La propensión de las personas que viven con el VIH a las infecciones oportunistas subraya la importancia de conocer el propio estado serológico del VIH. Muchas personas con el VIH que demoran en hacerse la prueba, no se enteran de su condición de VIH-positivas hasta que sufren una enfermedad grave que a veces pone en peligro su vida. Si conocemos nuestro estado serológico del VIH, podemos cuidar mejor nuestra salud y asegurarnos de que nos hacen el seguimiento periódicamente; si somos VIH-positivos, los médicos pueden prescribirnos medicación que puede impedir el desarrollo de infecciones oportunistas para siempre.
Una posible enfermedad oportunista que requiere especial atención es la tuberculosis (TB). La TB es la principal causa de mortalidad entre las personas que viven con el VIH y es común en muchas partes del mundo. La mayoría de las personas infectadas por TB nunca desarrollan la enfermedad activa porque su sistema inmunitario rechaza la infección. Sin embargo, la infección por el VIH aumenta las posibilidades de que la infección latente por TB se convierta en TB activa. Todos los seropositivos deberían hacerse pruebas para ver si han estado expuestos a la tuberculosis, para la que existen terapias preventivas.
Video el cual pueden observar es un poco aburrido al principio pero sabemos que les va a gustar:
http://video.google.com/videoplay?docid=-782564532666109610&ei=JLxVS-aOK4qilAe_rZHpAQ&q=sida&hl=en